Belén Aquino, parte de la división Custodias, fue encontrada muerta ayer por su madre en su casa de Merlo.
Un dramático episodio ocurrió hoy en la zona de Barrio Pompeya, jurisdicción de Merlo. En su casa de la calle Antequera al 1500, Belén Elizabeth Aquino, de 29 años, agente de la Policía Federal, destinada a la división Seguridad y Custodia, fue encontrada sobre su cama, muerta de un disparo junto a su bebé de dos años, fallecido también por una herida de arma de fuego.
El bebé, encontrado sobre el regazo del cuerpo de su madre, tenía un disparo en su cabeza. Aquino, en el cuello. En la mano derecha de la efectivo de la PFA, miembro de la nómina de la fuerza de 2016, se halló una pistola Bersa Thunder 9 milímetros.
La hipótesis del caso, confirman fuentes policiales a Infobae, indica que Aquino mató a su bebé y luego se quitó la vida.
Un llamado al 911 reportó el hecho al destacamento cercano de la Policía Bonaerense: se ordenó que el lugar sea preservado para que actúen peritos. La madre de Aquino fue quien descubrió los cuerpos. Estaba en la parte delantera de la casa al momento del hecho. Fue entrevistada y declaró que cerca de las 9 de la mañana escuchó dos disparos y rápidamente se dirigió al fondo.
A mediados de la mañana de hoy, dos horas antes de quitarse la vida, Aquino subió una story a su cuenta de Facebook donde se la ve con el chico sobre su cama. A lo largo del fin de semana, había subido también otras historias a la red social donde se mostraba con el bebé. Todavía se desconoce el posible móvil.
En la causa intervino la Unidad Funcional de instrucción N° 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo.
Otro caso en Merlo
Hace dos años se abrió una investigación por un caso en Merlo que también involucró a una efectivo policial y sus hijos. El 11 de junio de 2019, Claudia Daiana Lazarte, de 28 años, numeraria de la Policía Científica de la Policía Bonaerense, apareció muerta en el asiento del conductor de un Fiat Palio estacionado en el cruce de Caguazú y Gómez Fretes frente al Parque San Martín en Merlo. En el asiento trasero, cada uno con una bala en la cabeza, estaban sus hijos de 4 y 7 años. Los policías que entraron al auto encontraron el arma reglamentaria de la mujer, una Bersa Mini Thunder Pro.
El hecho ocurrió a las cinco de la madrugada de aquel día. Ezequiel D., pareja de Lazarte, que no era el padre de los chicos, fue quien según su propio relato encontró el auto con los cadáveres y llamó al 911.
La calificación inicial de la causa a cargo de la UFI N°3 de Morón fue de “doble homicidio seguido de suicidio”, al tiempo que desde el entorno familiar de Lazarte surgieron sospechas.
Comentarios
Publicar un comentario