La drogó y la violó en un local de Once: ¿Por qué quedó en libertad el acusado?

 


Una joven de 18 años denunció que fue drogada y violada por el dueño de un local que la contactó para ofrecerle trabajo. El hombre fue detenido en el momento pero la jueza a cargo de la causa dictaminó su excarcelación.

Ocurrió en un local del barrio porteño de Once. La policía ingresó al lugar en un operativo de urgencia luego de que la mamá de la víctima llamara al 911 porque había perdido contacto con su hija.

Una joven de 18 años denunció que fue abusada y drogada por un hombre que la contactó para ofrecerle trabajo en un local de ropa de uniformes médicos en la calle Pasteur al 600, en el barrio porteño de Balvanera.

El hecho ocurrió el sábado cuando personal policial llegó al lugar y tuvo que derribar la puerta que estaba cerrada del lado de adentro. Los efectivos detuvieron a un hombre y rescataron a la joven que estaba tendida en una escalera con signos de haber sido drogada y abusada.

El agresor, identificado como Garzón Martínez fue arrestado al momento pero dos días después logró su excarcelación. La decisión fue de la jueza de la causa, Karina Zucconi que dio lugar al pedido de la defensa.

La fiscal, Silvana Russi, se opuso y apeló la decisión de la magistrada.

La defensa del agresor aseguró que tenía arraigo en un domicilio fijo en la zona de Mataderos donde vive con su hermana “desde hace más de 14 años”, que no tiene antecedentes penales ni condenas anteriores, “trabaja en forma digna en su comercio”, que “ha dado trabajo siempre a mujeres y jamás tuvo problemas de este tipo en el que involuntariamente se encuentra involucrado desconociendo el por qué”.

Para la fiscal, el hombre tiene que quedar detenido por la imputación de abuso por acceso carnal que establece una pena alta y que, al tener la excarcelación, el acusado puede darse a la fuga. Además, la fiscal asegura que Garzón Martínez no vive en el domicilio de Mataderos.

“No hay elemento alguno de momento que lleve a presumir que el acusado intentará eludir el accionar de la Justicia”, afirmó la jueza. La magisytada le prohibió acercarse a la víctima o contactarla, así como salir del país y lo obligó a presentarse mensualmente en el juzgado.

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