Sin ingresos desde el inicio de la cuarentena, dueño de calesitas puso a la venta los caballitos




"Ahora salgo a vender los caballitos, mañana saldré a vender mi ropa. No sé, es muy difícil esta situación y no se sabe cuánto va a durar", lamentó el hombre que heredó el negocio familiar.

Ante la crisis económicas que se desprende de la pandemia de coronavirus, el dueño de dos calesitas en Rosario tuvo que poner a la venta los caballitos de madera.
Se trata de Sergio Dalmasso, a quien pertenecen los carruseles en la ciudad de Funes y en el parque nacional de La Bandera en Rosario.
Aunque Santa Fe se encuentra en Fase 5 de la cuarentena, las calesitas no fueron habilitadas aún por las autoridades, por lo que el hombre no tienen ingresos hace meses.
"Ahora salgo a vender los caballitos, mañana saldré a vender mi ropa. No sé, es muy difícil esta situación y no se sabe cuánto va a durar", lamentó Sergio en declaraciones a Infobae.
Y agregó: "Es la única forma de tratar de aguantar por lo menos un mes o dos meses más".
"Cuando empezó todo esto pensé que íbamos a estar 40 días, pero el tiempo pasó y ahora ya no sé qué hacer. Vendí todo: vehículos, dólares, oro. Me deshice de todo y ahora no me quedó más que desarmar la calesita y vender los caballitos. Siento una tristeza enorme porque uno ya vivió crisis, como la del 89 o el 2001, pero esta es la primera que no te dejan trabajar. La primera vez que facturé cero", contó el hombre de 58 años que heredó el negocio de su padre.
"Somos patrimonio cultural a nivel nacional. Teóricamente nos tendrían que brindar ayuda, pero jamás recibimos nada. Entonces de la boca para fuera somos artesanos, cuidamos a los chicos, pero después no se dan cuenta ni de que existimos. En un principio puse en venta el carrusel, pero ¿quién iba a comprar una calesita hoy? Nadie. Entonces, la única solución que encontré fue vender los caballitos", insistió.
Además cuestionó: "Acá estamos en Fase 5, está todo abierto salvo nosotros. Se olvidaron. Me cansé de ir a reclamar, pero nada. No hay respuesta".
"Acá abrieron todos los restaurantes, bares, hoteles, shopping y lo nuestro que es al aire libre, que es menos riesgoso, donde vos podés tener un protocolo tranquilamente, sigue cerrado. El problema es que no nos tuvieron en cuenta, no saben que existimos", remarcó Dalamsso.
Sergio cree que "con un protocolo se podrían abrir este tipo de juegos al aire libre".
"si pudieron abrir las ferias populares, por qué no podemos hacerlo nosotros", señaló.

Foto: Rosario3

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