"Traigan comida": el pedido de uno de los hombres aislados en el Hotel Panamericano



Se trata de uno de los pasajeros que quedó en cuarentena obligatoria luego de que se detectara un pasajero con coronavirus en el Buquebus que venía de Colonia.

Con un papel y una lapicera, Nicolás hizo llegar su pedido a los camarógrafos y reporteros que estaban en la puerta del Hotel Panamericano para hablar sobre la cuarentena obligatoria a la que tuvieron que someterse más de 400 pasajeros luego de detectar un caso de coronavirus en un viaje en Buquebus que venía de Colonia, Uruguay.
“Traigan comida. Tengo una nena de 3 años”. El mensaje estaba firmado por Nicolás, que dejó su número de celular.
Nicolás es uno de los 404 pasajeros y 19 tripulantes que venían de Uruguay​ en el catamarán Juan Patricio, de la empresa Buquebús, cuando se descubrió que una persona con coronavirus había embarcado junto al resto. Ahora está aislado junto a su familia en una habitación del Hotel Panamericano, a donde llegaron a las 3.30 de la madrugada.
Gracias al avioncito de papel que fabricó y que lanzó desde la ventana, cerca de las 16 consiguió comida para su hija.
“Estaba tratando de entretener a mi hija, que estaba con hambre. Le había dado un caramelo ácido que era lo que tenía como para distraerla con eso. Pero ya estaba a los gritos del hambre”, cuenta Nicolás. “Busqué otra manera de entretenerla y me puse a hacer avioncitos de papel, como algo lúdico. Entonces pensé: ‘Esto lo puedo tirar por la ventana’. Afuera estaban los camarógrafos de la tele”, dijo, en declaraciones al diario Clarín.

En la habitación tenían bastante papel, entonces el hombre se las ingenió para armar un avioncito un poco más “sofisticado” que pueda volar más que los que le daba a la nena. Con el modelo listo, le anotó su nombre, su teléfono y el pedido de comida para su hija de tres años. “Lo tiré y al primer intento llegó a los pies de los cámaras”, dijo.
Un rato después, apareció personal de Sanidad de Fronteras que se acercó con comida para la niña.
“Nos dijeron que nos iban a enviar ambulancias al hotel para hacerle los tests a los que estaban adentro del barco y que si da negativo y no tenemos síntomas nos vamos. Pero no se si será así”, explicó Nicolás.
“Además de la comida, necesitamos cosas de primera necesidad. Que gente de afuera nos traiga ropa para cambiarnos”, señaló.
VIAJE A URUGUAY
La familia había viajado el 8 de marzo a Punta del Este y tenía planeado quedarse hasta el 24. Pero por disposición del gobierno uruguayo, los extranjeros que estaban en el país tenían tiempo de permanecer hasta ese sábado. Por lo que, según comenta Nicolás, dispusieron ferrys de repatriación. “Era un buque solo por día que hace Buenos Aires - Colonia​ ida y vuelta. Tuvimos que ir a la terminal a cambiar el pasaje”, agregó.
“Cuando llegamos al puerto, entramos últimos para no cruzarnos con nadie. Fui el último auto que entró”, dijo.
“Yo iba en la planta baja del barco, frente al free shop. Esta persona iba arriba. En un momento vimos que bajaron tres chicos con barbijos mucho más sofisticados que los comunes y nos llamó la atención. Después subieron. Y uno de ellos dijo que su amigo se sentía mal”, contó Nicolás.
“Cuando llegamos a Buenos Aires subió la gente de Sanidad con los trajes blancos y barbijos, lo rodearon y lo aislaron. A nosotros nos dejaron a salir a cubierta. Una de las recomendaciones era quedarse afuera para que corra el aire. De repente por alto parlante nos dijeron que teníamos que entrar y que nos reacomodemos en el mismo lugar que estábamos”, dijo Nicolás.
“El que estaba enfermo se anduvo paseando como si nada y nadie lo controló. Al parecer se enteró que tenía coronavirus por mensaje de texto o mail. De Uruguay se había ido sin la confirmación”, explicó Nicolás, que pidió una mejor comunicación de parte de las autoridades. “Hay gente que necesita medicamentos y si nos tenemos que quedar 14 días en el hotel, no saben si lo van a poder conseguir”, señaló, como una de las tantas preocupaciones con las que viven ahora los pasajeros aislados.
FOTO: Gentileza Andrés D'elía, Clarín

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