Escándalo de corrupción en Misiones: ministra le compra a su marido los pollos que distribuye en sus planes sociales

La ministra de Agricultura Familiar de la provincia, Marta Ferreira, le hace un "favorcito" a su esposo, mientras el ministro de Salud, Oscar Alarcón, oculta la propagación del dengue.
La situación sanitaria en algunos puntos de nuestro país es francamente preocupante. No solo por sus enormes costos y consecuencias sociales, sino también por la acción de desinformación que adoptó la mayoría de los medios nacionales, que alerta sobre los riesgos del coronavirus, de incidencia mínima en nuestro territorio, ocultando -ya sea tácita o deliberadamente- las problemáticas que realmente nos aquejan.
Días atrás, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, se refirió a esta contradicción, señalando que “nosotros estamos tranquilos, nuestras posibilidades de contar con el virus son muy remotas, estamos muy lejos de China y estamos en verano”. En cambio, alertó sobre las terribles consecuencias que genera una enfermedad como la gripe, que para la sociedad resulta más “amigable”: “En el hemisferio norte, se mueren entre 350 y 500 mil personas por año”, reveló.

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Que la situación sanitaria que legó el Gobierno de Cambiemos es catastrófica nadie puede ponerlo en duda. En realidad, es la misma que dejó en todas las áreas. Su gestión ha sido desastrosa por donde se la mire. Pero lo que llama la atención es la actitud de algunos gobiernos provinciales y municipales que acuden a todos los recursos a mano -incluida la presión y amenazas sobre médicos y medios de comunicación- para ocultar la existencia de situaciones endémicas de virus y enfermedades, sin molestarse en arbitrar política sanitaria alguna.
Según comunicaron varios profesionales de la salud pública del municipio de Oberá, en Misiones los casos de dengue se han multiplicado de manera exponencial. Los registros sobre el alcance de la enfermedad se ocultan a la prensa, y el ministro de Salud provincial, Oscar Alarcón, estaría ejerciendo presión sobre los médicos para impedir que comuniquen la gravedad de la situación.
Las consultas sobre casos de altos estados febriles se multiplican en toda la provincia, al punto de que, en off, se admite que la situación se ha vuelto endémica. En algunos municipios los centros de salud atienden hasta 200 consultas diarias por la guardia y el consumo de suero se multiplicó, mientras que el personal médico resulta insuficiente para hacer frente al incremento constante de la demanda. Sin embargo, el Gobierno provincial insiste en ignorar la situación, amenazando con la imposición de sanciones a los profesionales que hagan pública la situación de colapso.
Lo que más preocupa en la provincia sobre la gravísima situación sanitaria es la inexistencia de políticas públicas para contener y tratar de revertir una realidad que parece ser endémica, y que los registros hospitalarios, inaccesibles a la mirada pública, registran con precisión. Pero Alarcón insiste en que el dengue no es un problema para su provincia, al punto de afirmar, semanas atrás, que "somos la barrera natural en la lucha contra el dengue en la Argentina y tener a nuestras autoridades argentinas codo a codo, espalda con espalda, es un gran orgullo".
Mientras que el dengue parece avanzar sin contratiempos por la geografía misionera, ha trascendido un nuevo caso de corrupción que tendría como protagonista a la ministra de Agricultura Familiar de la provincia, Marta Ferreira, y se asocia con la absoluta ausencia de controles sanitarios en Misiones. Los pollos que distribuye como parte de su estrategia para “garantizar la seguridad alimentaria para que no solamente los agricultores produzcan algo, sino también todos los ciudadanos para abaratar la economía familiar y también para generar la cultura de la producción”, no pasan por ninguna medida de control bromatológico pero, lo que es aún más grave, es que son comprados al esposo de la funcionaria, dueño de un criadero en el municipio de Santa Ana. Él es quien le vende y le factura a su propia esposa. Una sociedad conyugal perfecta.
Tal como se advierte, todo queda en familia en Misiones. Una provincia que, desde hace tiempo, parece haberse soltado de la mano de Dios.


Fuente:Agencia Nova

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