Le robó 250 mil pesos al hombre que le dio asilo en el medio de la cuarentena por la pandemia

Le robó 250 mil pesos al hombre que le dio asilo en el medio de la cuarentena por la pandemia


Se trata de un joven que habría cometido estafas. Logró pasar varios retenes fijados por la cuarentena por la pandemia
Un joven fue denunciado por robar 250 mil pesos a un comerciante que le había brindado ayuda y alojamiento en Mar del Plata, tras engañarlo al presentarse como un mochilero uruguayo varado por el aislamiento social, preventivo y obligatorio establecido por la pandemia del coronavirus Covid-19. La Justicia intenta localizarlo luego de que escapara en taxi de la ciudad, informaron fuentes judiciales.
El acusado, identificado como Facundo Guita (24), fue denunciado por el dueño de una casa de comidas de la localidad balnearia, quien aseguró que después de que él se presentara como “El Uruguayo” y se ganara su confianza, le dio trabajo y le permitió pernoctar en una pieza del local, hasta que escapó con el dinero que había guardado para los sueldos de los empleados.
El caso se hizo público porque el propio comerciante contó lo ocurrido en Instagram y en Facebook junto a una foto del acusado y, a partir de la difusión, recibió decenas de mensajes de otras víctimas del mismo estafador.
En el caso intervino el fiscal Leandro Arévalo, jefe de la Unidad Funcional de Instrucción 7, quien en las próximas horas pedirá la captura de joven, acusado por el delito de “hurto”.
De acuerdo a la investigación, tras robar 250 mil pesos del local, ubicado en la zona comercial de la calle Güemes, Guita abandonó la ciudad en un taxi que lo llevó hasta La Plata por la ruta 2.
El denunciante, Jerónimo Burgos, explicó que el joven se había presentado a principios de abril en su negocio, “Almacén de Milanesas”, y dijo que era un mochilero uruguayo y que había quedado varado y sin dinero en la Costa Atlántica.
"Al principio pasaba a charlar, nos contaba de sus viajes, hacía trucos de magia y era muy macanudo y entrador. Pedía trabajo de lo que fuera y un día le ofrecí hacer algunos trabajos de pintura para que pudiera tener algún ingreso y después empezó a preparar pedidos", contó.
El comerciante aseguró que a fines de abril, Guita “llegó llorando y dijo que le habían robado” en el hotel en el que se hospedaba, por lo que le ofreció pernoctar en una pieza ubicada arriba del local.
“Le dimos ropa, le compré unas zapatillas por internet y con mi vieja le conseguimos un colchón y una frazada. El pibe era súper agradecido. Cocinaba para todos. Era un artista del carisma”, relató.
De acuerdo a su denuncia, Burgos llegó el lunes último al negocio con dinero para proveedores y para los sueldos de los empleados, y lo dejó en una oficina en la planta alta cuando salió a hacer un pago.
“Cuando me fui, el único que quedó en el local era él. Y cuando volví 20 minutos después, otro de los chicos que ya había llegado me dijo que El Uruguayo había ido al laverrap y ya volvía. Ahí ya algo no me gustó. Subí, y vi que me había embocado y se había llevado la plata en una mochila mía. Nunca más volvió”, explicó.
Tras radicar la denuncia policial, Burgos escribió en sus redes sociales: “Lamentablemente uno trata de ayudar a las personas y le pasan estas cosas. Realmente nunca lo vi cercano, hasta que me tocó”.
Al posteo adjuntó una foto del acusado, y su propio teléfono: “Me escribieron de Corrientes, de Santa Fe, de Puerto Madryn, y hasta su hermana, diciendo que los había estafado. Me escribió un artesano que está en Turquía que dijo que lo conoció y le robó la recaudación de una feria en Jujuy”.
La información aportada por esa vía permitió confirmar que no era ni uruguayo ni extranjero, sino jujeño, y en el hotel donde había estado alojado confirmaron su apellido, y que lo habían echado por no pagar.
También se contactó con Burgos un taxista que relató haberlo llevado hasta la capital provincial horas después del robo, como luego confirmó en el marco de la causa.
En base a su relato y a la información obtenida del análisis de cámaras de monitoreo municipal, se estableció que Guita tomó un taxi desde el comercio minutos antes de las 9 del lunes, hasta el centro de la ciudad, y allí abordó otro hacia la avenida Constitución: en las imágenes se lo ve con la ropa que Burgos le regaló.
“El segundo taxista que lo llevó le dijo que él no podía salir a la ruta porque no tenía los permisos, pero su hermano sí, y el flaco le pidió que lo llamara y le ofreció 20 mil pesos para que lo dejara en La Plata”, aseguró la víctima.
Durante el trayecto, según le explicó el conductor a Burgos, el acusado utilizó múltiples excusas para sortear cada retén: “El taxista me contó que el flaco decía que iba al velorio de la madre, y cosas así”.

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