Una fundación que ayuda a niños en situaciones vulnerables está sufriendo una grave situación económica por no poder vender sus propios huevos de Pascua.
La pandemia del coronavirus comienza está complicando no solo la salud de la población sino también la economía de los países. A pesar de que la salud es fundamental, algunas situación particulares de emprendedores o ONG se están complicando en Argentina.
La Fundación San José Providente se dedica a ayudar a niños y niñas en situación de vulnerabilidad fabricando huevos de Pascua. La venta de huevos de chocolate se convirtió en la pieza fundamental para el funcionamiento de esta organización de José C. Paz.
En una Semana Santa normal, la fundación genera el 40% del presupuesto que necesita para ayudar a los niños. Pero la pandemia del coronavirus está complicando mucho su situación y no han podido vender el stock que han fabricado.
Los empleados que realizan la mano de obra son los propios padres y madres de los niños y niñas que asisten a los programas y también se contratan a jóvenes mayores de 18 años que necesitan un trabajo. Este año llegaron a fabricar 30 mil huevos de Pascua pero no han podido venderlos.
El Padre Gustavo Manrique que acompaña el proyecto explicó la dura situación que están atravesando. “Uno de nuestros objetivos principales es que las familias tengan un ingreso digno, porque creemos que trabajando se construye la sociedad”.
“La recaudación de los microemprendimientos es una inversión en el futuro de los chicos porque con eso les pagamos a las personas contratadas y costeamos el mantenimiento del edificio”, contó Manrique.
Para este año, la fundación tenía previsto ofrecer los huevos de Pascua en más de 100 puntos de venta y darle trabajo a mucha más gente que lo normal, pero el aislamiento obligatorio complicó las cosas y debieron suspender la campaña.
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