La Corte Suprema dejó firme otra condena contra el padre Grassi

Julio Cesar Grassi, durante uno de sus juicios (Télam)
Julio Cesar Grassi, durante uno de sus juicios (Télam)
La Corte Suprema de Justicia dejó firme una condena por “peculado” al sacerdote Julio César Grassi, ya sentenciado a 15 años por abuso sexual y corrupción de niños. A Grassi lo investigaban por malversación de fondos por haber pagado el alquiler de dos quintas con dinero de la Fundación Felices los Niños.
En 2006, el dueño de la quinta La Blanquita, Alberto Mirenda, había denunciado que no le pagaban el alquiler, aunque más tarde se desdijo públicamente. Para ese momento, Grassi ya había sido denuncio por abuso de menores. El sacerdote fijó en La Blanquita su lugar de residencia cuando la Justicia le prohibió seguir viviendo en la sede de Felices Los Niños.
La fiscalía de Morón, de oficio, comenzó a investigar esa vivienda, una casa quinta de 7200 metros cuadrados, ubicada frente a la Fundación Felices los Niños, que tenía pileta de natación, cancha de tenis, quincho y otras comodidades. Tiempo después descubrió que los alquileres de La Blanquita y de otra quinta de similares características se pagaban con dinero de donaciones que llegaban a la Fundación.

Así, Grassi terminó acusado de peculado, una maniobra de malversación de caudales que prevé una pena de hasta 10 años de prisión. En un juicio oral que se hizo en 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal de Morón condenó al sacerdote al mínimo de la pena, dos años, y la unificó con la condena a 15 años por abuso. La defensa había pedido que se le diera una probation, pero el planteo fue rechazado.

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