Quiénes son los dos rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez que saldrán en libertad



La fiscal solicitó que dos de los diez acusados recuperen la libertad
La fiscal solicitó que dos de los diez acusados recuperen la libertad
En el caso de Milanesi, entre la gran cantidad de testigos que participaron del procedimiento, ninguno pudo reconocerlo ni como agresor de la víctima, ni de ningún otro amigo de Fernando. Solo uno de ellos lo vio parado en las inmediaciones, sin participar en la golpiza.
Hasta el momento, indicó Zamboni, en el análisis preliminar de los videos tanto de adentro del boliche como de las inmediaciones no se lo pudo observar agrediendo a Fernando o a su grupo. Tampoco es posible hasta ahora ubicarlo en el momento que el grupo es interceptado por el personal de Infantería. Sin embargo, esto aún está sujeto al análisis de video y la pericia de reconocimiento facial. Al momento de ser aprehendido, Milanesi presentaba lesiones corporales en sus manos que justificaron su detención pero no pudo acreditarse de forma fehaciente que se hayan producido esa noche.
Alejo Milanesi jugaba al rugby junto a Juan Guarino, Blas Cinalli y a los hermanos Ciro y Luciano Pertossi en el club Naútico Arsenal de Zárate. Los cuatro fueron suspendidos por la Comisión Directiva debido a que su participación en el ataque a Báez Sosa “afecta la imagen que pregona” la instituciónEl joven de 20 años es hijo de un profesor de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y de una docente.
Juan Guarino tiene 19 años
Juan Guarino tiene 19 años
En el caso de Guarino, si bien sí fue filmado a la salida del boliche Le Brique por las cámaras de seguridad y por el celular de Lucas Pertossi, lo cual lo ubica en las inmediaciones del hecho, ninguna de esas filmaciones lo puede situar concretamente en la agresiónNinguna de las imágenes lo muestra pegando, sino simplemente caminando. En las ruedas de reconocimiento, además, si bien un solo testigo lo ubicó en las inmediaciones del lugar, ninguno lo señaló como agresor de Fernando o sus amigos. Al momento de ser detenido, Guarino no tenía lesiones correspondientes a una golpiza, solo una pequeña quemadura en la mano.
“Es todo muy triste. Me dijo que no estaba en el lugar de los hechos”, había asegurado la madre de Guarino cuando salió de visitar a su hijo una de las primeras veces cuando se encontraba detenido en la Comisaría 1ra. de Pinamar. “Mi hijo está bien. Lo único que sé es que le pido muchas disculpas, mucho pésame a la familia [de Báez Sosa]”, agregó la mujer ante los medios de comunicación.
Además, en las pericias a los teléfonos celulares realizadas por la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal en su laboratorio de la ciudad de Mar del Plata, no se encontraron elementos que los vinculen directamente al hecho.
Los padres de Alejo Milanesi, durante la visita a su hijo en el penal de Dolores (Ezequiel Acuña)
Sin embargo, la fiscal Zamboni aclara: “Por supuesto que tal cese, de ningún modo implica su desvinculación del proceso, en el que restan sendas diligencias a desarrollar, por lo cual deberá el mismo, estar ajustado a derecho hasta la culminación del proceso, al igual que Milanesi. Su situación no es la de Pablo Ventura, que fue involucrado en la causa, detenido en Villa Gesell y luego sobreseído.
Ambos continúan vinculados a la causa.
Ahora resta que el juez Mancinelli resuelva sobre su libertad. Recién una vez que el juez firme los documentos y los reciba el Servicio Penitenciario Bonaerense, Guarino y Milanesi serán liberados de la celda de alcaidía que ocupaban en el penal de Dolores -el más sobrepoblado de la provincia según la Comisión Provincial por la Memoria- junto a los otros ocho acusados. Eso podría ocurrir hoy, según indicaron fuentes de la causa a Infobae. Allí están hasta el momento los 10 imputados, aislados del resto de la población, y son visitados por sus familiares fuera del horario regular para las familias de los otros detenidos.
Los otros ocho rugbiers para los que la fiscal sí pidió prisión preventiva, posiblemente sean trasladados a la Unidad Nº57 de Campana, más cercana a sus familias, un penal diseñado para jóvenes de 18 a 21, en su mayoría detenidos por causas de robo a mano armada.

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