Dijo que su madrastra había viajado a Brasil, pero estaba enterrada en el fondo del patio de su casa

El crimen empezó a descubrirse el jueves 30 de enero a la tarde, cuando la hermana de la víctima se presentó en la dependencia policial y expresó su preocupación por el paradero de la mujer. Dijo que vive en Puerto Iguazú, que no podía comunicarse con su familiar y que los vecinos le dijeron que desde hacía más o menos ocho días no la veían. 
Los uniformados fueron hasta la vivienda y confirmaron que estaba deshabitada. No hubo que recorrer mucho hasta que, a unos 20 metros de la construcción, en medio de plantas de maíz, detectaron la tierra removida. Con palas, guantes y barbijos, dos efectivos empezaron a escarbar y se toparon con el cadáver, que estaba “semienterrado”, según la fuerza policial. 
El reconocimiento lo hicieron los vecinos y la hermana. 
El médico policial que se hizo presente en la escena describió que el cuerpo estaba en un avanzado estado de descomposición y por esa razón no pudo detectar hematomas o lesiones que hayan causado la muerte. 
Se ordenó el traslado a la Morgue Judicial para el correspondiente examen de autopsia. 
Del relevamiento de testimoniales los pesquisas reconstruyeron que la mujer vivía en el lugar con su marido, Jesús Antúnez (75), quien murió el 8 de enero por problemas de salud. También acompañaba a la pareja desde hace un año Jorge (37), que no estaba en el lugar. La lupa se posó inmediatamente sobre este último. 
Jorge no había sido visto desde el miércoles y las testimoniales describieron que había estado muy nervioso los últimos días. El sospechoso había manifestado sus ganas de vender la chacra, que tiene unas cuatro hectáreas, e incluso comercializó chapas y aberturas de la casa. 
A los vecinos les dijo que su madrastra, Salete, había viajado a Brasil.
Con todos estos elementos, todas las dependencias de la Unidad Regional XII, con sede en Bernardo de Irigoyen, fueron advertidas sobre el prófugo. También dieron aviso a sus pares de las unidades regionales de Puerto Iguazú y San Vicente y una comisión especial de investigadores fue a la zona para colaborar, pero hasta ayer no había resultados positivos. 
Los puntos más donde se intensificó la búsqueda fueron Comandante Andresito y San Pedro. Es que antes de mudarse a Paraje Isabela, la familia había residido en Andresito y en la Capital de la Araucaria también tienen familiares. El principal inconveniente es que no se pudo elaborar un identikit del sospechoso.
La principal hipótesis por estas horas es que el sujeto se recluyó en Brasil. 
Por el hecho tomó intervención el Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, a cargo del juez Roberto Saldaña. En el lugar del hallazgo del cadáver, los efectivos de la Policía Científica incautaron una pala, un machete y un par de guantes de jardinería, entre otros elementos. Todo será sometido a pericias. 
Por Carlos Manuel Cardozofojacero@elterritorio.com.ar

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