La inflación comienza a bajar por el congelamiento de las tarifas y los combustibles, pero preocupa la inercia en los alimentos

Aún con un tipo de cambio congelado por el cepo, el rubro alimentos y bebidas sigue marcando la diferencia y trepando mucho más que el promedio, lo que hace que la inflación núcleo -comúnmente llamada core en la jerga económica- todavía se ubique cerca de 4%. Este factor inercial es lo que todavía genera preocupación y que, por el momento, no parece tener solución.
Estos aumentos de precios, “inusuales” según fuentes oficiales, están siendo motivo de preocupación o observación por parte de los funcionarios de la cartera de Desarrollo Productivo, por lo que convocarán a las empresas para que presenten su justificación. “Se está notando un comportamiento preventivo y especulativo, frente a un futuro acuerdo de precios y salarios más general que Precios cuidados. El Gobierno está demorando ese pacto porque todo está supeditado a la reestructuración de la deuda, pero eso complica toda la estrategia antiinflacionaria”, remarcó el economista de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina.
Según las mediciones realizadas por esta consultora, la primera quincena de enero tuvo una suba de precios del 3,2% respecto del mismo período de diciembre, y la estimación para todo el mes les da 3,4%.

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